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Kuczynski, sentado, escucha la defensa que ensaya su abogado Borea en el Congreso. Imagen: AFP

PPK zafó a última hora pero quedó malherido

Aunque pudo evitar su destitución, las acusaciones de corrupción hundieron la imagen del presidente de Perú

Publicado: 2017-12-24

El presidente Pedro Pablo Kuczynski ha evitado sobre la hora ser destituido de su cargo por el Congreso, pero está lejos de haber logrado una victoria que lo fortalezca. Por el contrario, ha quedado debilitado y con la imagen mellada por las acusaciones de corrupción. Ahora deberá responder ante la fiscalía y una comisión investigadora del Congreso manejada por el fujimorismo que quiso destituirlo. Y las explicaciones que hasta ahora ha dado sobre las acusaciones por sus vínculos con Odebrecht no convencen. El ministro del Interior, Carlos Basombrío, ha renunciado, en una decisión para tomar distancias del presidente por las acusaciones en su contra. Otros ministros nunca salieron a defenderlo y Kuczynski estaría pensando cambiarlos.  

En la víspera de la Navidad, Kuzcynski logró en el último momento el milagro de la salvación. Luego de un maratónico debate parlamentario de catorce horas, que mantuvo en vilo al país, se rechazó el pedido para destituirlo por “incapacidad moral permanente”, acusado por los contratos que una empresa de su propiedad firmó con Odebrecht cuando era ministro de Economía y primer ministro de Alejandro Toledo (2001-2006), hoy prófugo señalado de recibir sobornos de la cuestionada constructora brasileña, y de haber mentido para ocultar esa relación. Ocho votos salvaron a PPK, como se conoce a este veterano economista y hombre de negocios de 79 años. Para destituir al mandatario se necesitaban 87 votos de los 130 miembros del Congreso unicameral. Los promotores de la medida, encabezados por la mayoría fujimorista, alcanzaron 79 votos. Inesperados cambios y disidencias de última hora movieron el resultado a favor de Kuzcynski. PPK solamente obtuvo 19 votos en su defensa. Lo salvaron las abstenciones.  

Hace una semana, habían sido 93 congresistas los que aprobaron aceptar poner a debate el pedido de destitución del presidente. En ese momento, todos daban por muerto a PPK. El fujimorismo se puso al frente del pedido de destitución del presidente y Kuczynski apeló al antifujimorismo para evitar su destitución. Al final, como había ocurrido en las elecciones presidenciales de 2016 cuando el actual presidente enfrentó a Keiko Fujimori en segunda vuelta, el antifujimorismo fue un factor decisivo en el resultado que favoreció a PPK.

En un doble juego, mientras Kuczynski y el oficialismo apelaban en público al antifujimorismo para salvarse, bajo la mesa negociaban con algunos de sus representantes. Y lo que habrían puesto, según lo que ha trascendido, como carta de negociación a cambio de que declinen de apoyar la destitución del presidente ha sido el indulto al ex dictador Alberto Fujimori, condenado en 2009 a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad y corrupción.

La negociación habría sido con Kenji Fujimori, hijo menor del ex dictador y hermano de Keiko, la jefa del fujimorismo y ex candidata presidencial. Desde hace buen tiempo Kenji, en búsqueda de un espacio propio, está enfrentado a su hermana Keiko, promotora desde las sombras de la destitución de Kuczynski. Keiko ya no parece muy interesada en la liberación de su padre, cuya salida de prisión ve como una amenaza a su liderazgo en el fujimorismo, mientras Kenji ha dicho que sacar de prisión a su padre es su principal objetivo. En los días de negociaciones para salvar al presidente, el gobierno envió al penal VIP de un cuartel policial donde Fujimori cumple su sentencia a una junta médica para que lo evalúe, la que emitió un informe que recomienda el indulto humanitario.

En la hora decisiva, sorpresivamente diez de los 71 parlamentarios fujimoristas, encabezados Kenji, se abstuvieron al momento de votar, dejando así a la propuesta de la vacancia presidencial impulsada por su propio partido sin los votos necesarios para ser aprobada. Todos esperaban el voto disidente de Kenji, que ya lo había adelantado, pero no el de los otros nueve. Los rostros de los congresistas fujimoristas cuando vieron en el tablero electrónico esas nueve abstenciones que convirtieron en derrota lo que para ellos era ya una victoria segura revelaban su sorpresa inicial y la frustración y rabia posterior. Al lado, Kenji y los nueve se abrazaban, sonreían, celebraban, pensando seguramente en Alberto Fujimori antes que en Kuczynski.

De acuerdo con medios de prensa locales, versiones ratificadas por dirigentes del fujimorismo, antes de la votación sobre la destitución del presidente, Alberto Fujimori habría llamado por teléfono a congresistas de su partido para pedirles que lo apoyen. Kenji coordinaba esos contactos. “No me abandonen”, habría sido uno de sus mensajes. Convenció a nueve. Darle el indulto a Fujimori a cambio de votos para salvar al presidente, puede terminar siendo un precio muy alto para el gobierno.

Del lado del fujimorismo, el resultado en el Congreso fue una doble derrota. Perdieron una elección que estaban seguros de ganar y han visto romperse su bancada. Sin los diez disidentes el fujimorismo pierde su mayoría absoluta.

El izquierdista Frente Amplio votó en bloque con sus diez miembros a favor de la vacancia presidencial. Una decisión que le ha valido acusaciones de haberse prestado al juego del fujimorismo para copar el poder. Los diez congresistas del otro grupo de izquierda del Parlamento, Nuevo Perú, se retiraron del hemiciclo justo antes de la votación llevando carteles que decían: “Ni lobismo, ni golpismo”. A diferencia de otros procesos parlamentarias para destituir a un presidente en otros países de la región, en el caso peruano esto ha sido producto de una disputa entre dos facciones de la derecha peruana: una liberal y empresarial que maneja el Ejecutivo y una autoritaria y populista que controla el Congreso.

Artículo publicado por el diario Página 12 de Argentina el 23 de diciembre de 2017.


Escrito por

Carlos Noriega

Periodista, corresponsal en Perú del diario Página 12 de Argentina y de Radio Francia Internacional.


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